El suministro energético es sin duda el mayor problema al que se enfrenta hoy el mundo, acuciándose su intensidad con el incremento de consumo de países superpoblados como China, India e Indonesia, lo que se suma a la abrumadora dependencia de los combustibles fósiles, su agotamiento y desigual reparto geográfico, así como las tensiones resultantes en relación con su precio, lo que crea incertidumbres en torno al abastecimiento actual y futuro. A estas consideraciones geopolíticas y económicas se suma la constatación del cambio climático, al cual contribuye notablemente el consumo de energías fósiles con gran producción de gases de efecto invernadero, lo cual ha centrado los objetivos de los países desarrollados en el reto de la sostenibilidad medioambiental, la seguridad e independencia energética y por tanto la diversificación del abanico de fuentes de suministro. En este contexto, las energías renovables juegan un papel fundamental.
La UE se ha comprometido a transformar Europa en una economía de alta eficiencia energética con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, con los objetivos para 2020 de reducción del 20% de emisiones, de reducción del 20% del consumo de energía y de disponer de un 20% de energía renovable; con el beneficio social del desarrollo de actividades de I+D y creación de empleos.
El mar es una inmensa fuente de energía limpia inagotable y las aguas de las regiones atlánticas, entre ellas las españolas, atesoran excelentes recursos.
Se hace una presentación de de las alternativas y desarrollos realizados:
- energía eólica producida en instalaciones cercanas a la costa o near-shore, sobre cimentación
y alejadas o farshore, flotantes,
- energía undimotriz, maremotriz y energía de las corrientes marinas,
energía térmica del océano y osmótica debida a diferencias de salinidad,
- obtención de biomasa marina para generación de energía,
- combinación de diferentes sistemas y posibilidades.
Se relacionan diferentes aspectos a considerar y definir como los legales y normativos.
España, país eminentemente marítimo por su gran longitud de costa, dentro la Política Marítima Integrada de la UE, tiene la oportunidad y obligación de desarrollar una gran actividad en este sector, al que la Ingeniería Naval y Oceánica puede y debe aportar una gran contribución.
Por otra parte, el marítimo representa el mayor porcentaje del transporte a nivel mundial. Por ello pareció oportuno mencionar las iniciativas para aplicación de las energías renovables en los buques.