El muro biológico para restauración de márgenes de ríos, es una técnica de Bioingeniería que consiste en un muro de gravedad construido mediante el empleo de materiales vivos, muertos e inertes, con una estructura celular de troncos de madera, cuyo interior viene relleno de tierra, reforzada mediante materiales geosintéticos, en el que se insertan en cada piso del muro plantas vivas tipo Salix sp, con gran capacidad de enraizamiento profundo y adecuadas propiedades vegetativo-mecánicas. Como consecuencia de la experiencia e investigación hemos desarrollado una técnica que consiste en la inclusión de los geosintéticos garantizando desde el montaje la estabilidad interna del muro, evitando problemas derivados de fallos en la estructura de troncos por ruptura de los mismos, o por un fallo en el establecimiento de la vegetación. El coste de los geosintéticos es mínimo comparado con el coste del propio muro y con el costo que supondría que el muro no tuviese garantizada la estabilidad por los problemas señalados anteriormente. Esta estructura soporta velocidades del agua entre 4-6 m/s y tracciones hasta 50 kg/m2. Su aplicación es óptima en sustitución de soluciones duras con el medioambiente, como muros de hormigón o escolleras. El resultado obtenido con esta técnica es sostenible, natural, integrado en el paisaje y en el medio. La base sobre la que se asienta el muro está formado por geocolchones flexibles de drenaje, similares a los gaviones tradicionales, pero la estructura es flexible al estar formada por geosintéticos y cuyas características confieren una durabilidad muchísimo mayor (hasta 120 años garantizada) frente una malla de triple torsión, (armadura de un gavión tradicional). Este geocolchón está diseñado para funcionar bajo condiciones exigentes de erosión y de fundaciones sumergidas. La eficacia del sistema se debe a su estructura monolítica y con alta porosidad, flexibilidad y estabilidad hidráulica, durabilidad, alta resistencia a la tracción a largo plazo de las geomallas, disipador de energía etc. Gracias a los geosintéticos se pueden diseñar en distintos tamaños, formas y espesores adaptándose a los requisitos de cada proyecto. Igualmente pueden vegetarse quedando perfectamente integrados en el paisaje. Las ventajas frente sistemas como la escollera o los gaviones tradicionales son la facilidad fabricación y montaje, durabilidad, resistencia etc. Un ejemplo del sistema lo podemos encontrar en el río Tajuña a su paso por la población de Archilla, pedanía de Brihuega (Guadalara).