Se deduce una función de sostenibilidad que estandariza los valores alcanzados por diferentes indicadores, cada uno medido en diferentes unidades. Se establecen diferentes postulados para los diferentes indicadores a partir de los cuales se deduce el valor del indicador para el que se alcanza una sostenibilidad máxima. Este valor se denomina Io. La aplicación de la función de sostenibilidad y del valor Io permite realizar un diagnóstico cuantificado sobre el estado de sostenibilidad en que se encuentra un determinado ámbito de estudio y se pueden establecer líneas de acción prioritarias acordes con la situación de sostenibilidad detectada. Esta metodología se aplica al 'Sistema Integrado de Indicadores Urbanos' desarrollado por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano de Málaga y presentado en 'Sostenibilidad Local: una aproximación urbana y rural' del Observatorio de Sostenibilidad de España. Los indicadores seleccionados son: Generación de residuos urbanos, Consumo de agua en los hogares, Consumo de energía por habitante, Superficie de zonas verdes, Número de días que se superan los 50 ug PM10/m3, .Tasa de Paro, Índice de motorización, Ratio viviendas no principales/viviendas principales, Densidad urbana. Se deduce el valor de sostenibilidad alcanzado por cada capital de provincia con cada indicador y el valor de sostenibilidad media para el conjunto de indicadores. Los valores obtenidos sugieren un posible orden de prioridades de actuación a realizar en cada ciudad por su ayuntamiento si éste quiere que su ciudad sea realmente sostenible. Las ciudades que alcanzan valores más altos de sostenibilidad media son: San Sebastián (0,4749), Bilbao (0,4510), Pontevedra (0,4383), Logroño (0,3824), Cádiz (0,3483). Ser deduce, también, el valor de sostenibilidad medio alcanzado por cada uno de los indicadores para el conjunto de las capitales de provincia. Los valores obtenidos sugieren un posible orden de prioridades en el tipo de actuación a realizar. Todas las ciudades presentan una sostenibilidad nula para la generación de residuos urbanos y para el consumo de energía, y la mayoría de las ciudades presentan una sostenibilidad nula para el consumo de agua. Estos tres son indicadores de metabolismo urbano y sugieren la gran voracidad de las ciudades. La densidad urbana presenta también una sostenibilidad nula en la mayoría de las ciudades, lo que puede estar relacionado con la excesiva ocupación del territorio por el suelo urbano.