El transporte de mercancías y personas, entre diferentes puntos de la tierra, se ha efectuado desde el comienzo de la humanidad por la superficie terrestre, utilizando caminos y la fuerza de animales y personas, y a partir del siglo XIX mediante la utilización del ferrocarril y los vehículos a motor, siendo necesaria la modificación de las características de los caminos por vías y carreteras.
A partir del siglo XX se ha sumado un nuevo sistema de transporte como es el aéreo, más diseñado para el traslado de personas que mercancías.
Pero es desde hace más de 8.000 años que el hombre comenzó a utilizar el agua como soporte de un transporte eficaz y eficiente, permitiendo el traslado de personas y grandes cantidades de mercancías, entre poblaciones situadas en diferentes continentes, de forma que, sin transporte fluvial y marítimo, la humanidad no sería lo que es hoy en día.
Se debe tener en cuenta que en la actualidad más del 90% del total del transporte mundial de mercancías se realiza por buque, habiéndose producido un extraordinario incremento del mismo en los últimos años, pasando de 2.500 millones de toneladas transportadas en 1970 a 7.380 millones de toneladas en 2009. Por otra parte el transporte marítimo tiene el valor más bajo de contaminación de CO2 por tonelada y kilómetro transportado, 40 veces menos que el transporte aéreo, 4,5 veces menos que el transporte por carretera y 3,2 veces menos que el transporte por ferrocarril, por lo que se puede decir, sin equivocarse, que la navegación es el medio de transporte comercial más seguro y más respetuoso con el medio ambiente del siglo XXI.