La educación ambiental es una herramienta imprescindible en el camino hacia la sostenibilidad. Así se reconoció en la Cumbre de Río de 1992, y así se está enfocando en los programas actuales, que buscan formar personas críticas y comprometidas, capaces de llevar estilos de vida sostenibles y de participar en iniciativas socioambientales que se encaminen hacia modelos más justos y responsables.

Para esta tarea se necesitan educadores (para lo que, en su momento, se diseñaron estrategias específicas, como la de Moscú de 1987), capaces de estar en todos los ámbitos, tanto formales como no formales, con el objetivo de dar a los mensajes ambientales la máxima proyección. Para ello, desde la Asociación Española de Educación Ambiental se desarrollan, desde el inicio de la década, programas de Formación de Educadores Ambientales, en las que esta disciplina se presenta como una respuesta a la situación actual de crisis por la que atraviesa el planeta y en donde la educación es una vía de intervención, no la única, pero tan necesaria como las demás. Promovemos una educación en valores, dirigida a todos los contextos, en donde lo social y lo ambiental vayan unidos, y en donde interesa la acción individual y colectiva a través del compromiso en asociaciones, para que nuestras propuestas sean más eficaces y para contribuir a la vertebración de la sociedad civil.