La DMA (Directiva Marco del Agua 2000/60/EC) establece los fundamentos para la definición de los parámetros físico-químicos y Biológicos que deben caracterizar la calidad de las masas de agua y así establecer redes de control para el seguimiento de su evolución.

Las redes establecidas en cumplimiento de la DMA han acabado siendo, tras 10 años de su entrada en vigor, acumulaciones de datos, en la mayoría de los casos, que no permiten la adecuada gestión para optimizar la evolución hacia un óptimo estado ecológico de las masas de agua caracterizadas.
Por todo ello se hace necesario un análisis adecuado de los datos mediante herramientas estadísticas, con el fin de racionalizar las redes de control de calidad de las masas de agua, así como de optimizar los resultados prácticos de las mismas.

Se conseguiría paliar así la actual situación de 'cementerios de datos' cuyos efectos prácticos son nulos.

Se expone aquí una metodología para el diseño y posterior gestión de la información de una red de control.

Este trabajo surge de las Tesis doctorales (López-Samaniego, 2007; Malonda, 2008) desarrolladas ambas en el puerto de Cartagena (Murcia). Este puerto cuenta con una dilatada historia de actividades industriales (Morales, 2004), por ello se definieron los principales impactos potenciales sobre la masa de agua y la selección de indicadores de contaminación a determinar en función de los posibles vertidos de origen urbano y/o industrial.

La caracterización físico-química y biológica de áreas de especial problemática medioambiental, como son los grandes puertos, permite la identificación, mediante herramientas estadísticas, de aquellas variables relevantes para el control de la calidad de la lámina de agua, así como la ubicación y programación temporal de la propia red de control, tal y como recoge la DMA (Directiva 2000/60/CE).

Los resultados de la herramienta estadística aplicada, basada en el Análisis de Componentes Principales, ha permitido reducir en un 93% la información necesaria para evaluar la evolución de la calidad del agua en este entorno complejo.

Todo unido a un análisis geoestadístico mediante una herramienta SIG (Sistema de Infomación Geográfica), simplifica de esta manera los requerimientos analíticos para la gestión medioambiental del medio bajo argumentos científico-técnicos que eliminan la incertidumbre inherente al establecimiento arbitrario de los mismos.

La metodología desarrollada podría ser aplicada a otras masas de agua de manera que se establecieran las redes de control adecuadas en aplicación de la DMA (Directiva 2000/60/CE).