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>Íñigo Luis LLorente
Analista RSE
Forética
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Cambio Demográfico
[ver resumen]
El cambio demográfico es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo desarrollado. El envejecimiento de la población, la jubilación inminente de los denominados baby boomers y el descenso de los niveles de natalidad generan urgencia y presión en la necesidad de tomar medidas frente al reto del cambio demográfico. Mejoras sustanciales en los servicios de salud, un incremento en la calidad de vida y la prosperidad económica han incrementado las expectativas de vida y el número de años que se vive de manera saludable. Vivimos más y mejor.
Aunque a priori esto sea una noticia a celebrar, este cambio brusco del perfil demográfico puede suponer una amenaza para el equilibrio de nuestros sistemas socioeconómicos. Un fuerte incremento de la esperanza de vida, junto con un descenso dramático de las tasas de natalidad anticipa un escenario de profunda transformación en la estructura y funcionamiento de la sociedad. Para muchos expertos, el cambio demográfico es más cierto –en el sentido probabilístico del término – que el cambio climático y sin embargo, apenas se le presta atención.
Este artículo trata de analizar las variables que influyen directamente en los cambios de la estructura de edad a nivel global. Suena evidente señalar que una mayor esperanza de vida combinada con una decreciente tasa de natalidad invierte la pirámide de población. Más difícil sin embargo es identificar cuáles son los cambios en el estilo de vida, la cultura y los patrones sociales que parecen haber convertido un desequilibrio coyuntural en algo crónico.
Este artículo pretende presentar los efectos tanto macroeconómicos como microeconómicos del cambio demográfico. Analiza cómo este fenómeno puede afectar a la sostenibilidad del gasto público, a la productividad a escala local, o al desabastecimiento de los mercados de trabajo. En suma, la pérdida de competitividad de las economías desarrolladas como consecuencia última.
De igual modo, introduce qué papel puede tener la responsabilidad social a la hora de prevenir y mitigar las consecuencias negativas del envejecimiento de la población. Además de poner sobre la mesa soluciones de muy diverso ámbito, a corto y largo plazo.
El cambio demográfico es un proceso lento, gradual y requiere una aproximación conjunta de todos los actores socio-económicos. Cuanto más tiempo pase, el número de soluciones aplicables se reducirá dramáticamente. Es la hora de actuar.
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