En la Comunidad de Madrid, los usos residenciales suponen más del 60 por ciento del volumen total de agua suministrada a los usuarios, representando el consumo de agua en los distintos grifos de la vivienda (excluidas duchas y bañera) más del 30 por ciento del volumen total utilizado en usos domésticos de interior, pudiendo suponerse que una parte importante de ese consumo corresponde al lavado de la vajilla, mientras que el consumo de agua en lavavajillas solo es del 1 por ciento del volumen total consumido en el hogar.
Este trabajo de investigación llevado a cabo conjuntamente por Canal de Isabel II y BSH Electrodomésticos España (BSHE), a través de su marca Balay, tiene la finalidad de conocer el consumo y las pautas de uso real de los usuarios en el lavado de la vajilla, tanto a mano como con lavavajillas, así como las posibles mejoras en la eficiencia y ahorro que puedan conseguirse con la utilización de un lavavajillas de bajo consumo.
El trabajo de campo se realizó entre enero y junio de 2008, sobre una muestra de 155 viviendas, en las que se monitorizó, de forma continua, el consumo de agua durante al menos cuatro meses en cada vivienda. Durante los dos primeros meses los participantes debían realizar el lavado de la vajilla exclusivamente a mano. Posteriormente, y tras la instalación y habilitación del lavavajillas, el lavado debía hacerse utilizando el electrodoméstico suministrado.
Los resultados obtenidos indican una clara mejora en la eficiencia del uso de agua mediante la utilización del lavavajillas, obteniéndose un ahorro de agua equivalente al 9 por ciento del consumo total de las viviendas. Este ahorro, por término medio, se ha evaluado en 30,6 litros diarios, de los que 27,4 serían de agua caliente. Siendo el mismo notablemente mayor en viviendas en las que habitan 3 o más personas, llegando a los 52 litros de ahorro diario en viviendas de 5 habitantes, y mínimo en viviendas ocupadas por una única persona.
La mejora en el uso de la energía se ha evaluado en 1,06 kilovatios por hora diarios, y es debida a la reducción en el volumen de agua caliente empleada, que compensa ampliamente la energía utilizada por el lavavajillas ensayado.