Innovación y nuevas tecnologías en ahorro-eficiencia energética y energías renovables (ST-16)
Miércoles, 24 de Noviembre de 2010 en la Sala Caracas

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Resumen

La Huella Ecológica de la Humanidad tiene un fuerte componente derivado de los usos energéticos, a efectos globales supone la mitad de ella y en el caso español las dos terceras partes de nuestra incidencia en este indicador ambiental. Esto hace que se deba seguir actuando con fuerza para extender la aplicación de medidas de ahorro y uso eficiente de la energía, así como incrementar la participación de las renovables en el sistema energético.

La innovación y el desarrollo tecnológico es una componente importante en este reto, es preciso optimizar las soluciones existentes, adecuarlas hacia una extensión amplia de sus aplicaciones y desarrollar otras nuevas. En este grupo de trabajo se va a reflexionar sobre esta cuestión, tanto en aspectos básicos como en sus aplicaciones en casos particulares y significativos.

Es importante incrementar la eficiencia en los usos energéticos, tanto en los edificios bien sean de uso privado ó público, como en la movilidad y el transporte; la temática a investigar es amplia en estos sectores. También lo es en los sistemas de transformación de la energía primaria a vectores de uso final, en particular la electricidad, cuya participación en la matriz de consumo final ha de crecer sobre la cifra actual, que es el 22% de del total, en detrimento del uso de combustibles, en particular los derivados del petróleo.

Las energías renovables se han de extender en formas diversas de aplicación hacia el aporte de calor en usos a baja y media temperatura, tanto en edificios como en la industria; energía solar, biomasa y geotermia son tres componentes primarios, en conexión con ellos se han de extender aplicaciones tecnológicas que los extiendan, por ejemplo la bomba de calor ha de jugar un papel relevante.

También las renovables han de penetrar de forma directa o indirecta en el aporte de energía para el transporte, en el primer caso los biocombustibles de segunda generación debieran ser una opción significativa, quizás por la línea de las microalgas u otras que no incidan en el entorno alimentario o demanden más tierras de uso agrícola. Los vehículos de tracción eléctrica, y en el futuro el uso del hidrógeno, son unas vías indirectas para esa mayor participación de las renovables.

Esto nos lleva a las demandas tecnológicas para que las renovables puedan avanzar en la generación de electricidad, primero con ese objetivo de más de un 40% de electricidad de origen renovable en el año 2020, que debe crecer rápidamente en las siguientes décadas. La optimización de los diseños eólicos, el desarrollo del almacenamiento tecnológico de la electricidad, no sólo mediante bombeo hidráulico, la reducción de los costes finales en la electricidad de origen solar ó la optimización de las redes inteligentes, son algunos de los temas a considerar.

 

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