Foro hispano brasileño: Participación pública y responsabilidad social (FHB-4)
Jueves, 25 de Noviembre de 2010 en la Sala Roma

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Tiempo para una democracia más participativa y sostenible
 
 

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Resumen

De Brasil nos llegan "vientos de innovación en responsabilidad y participación social que debemos aprovechar". Víctor Viñuales (director de la Fundación ECODES) cree que los movimientos sociales, políticos y empresariales que en materia de democracia más participativa llegan del gigante americano pueden ser un modelo del que el resto del mundo aprenda. El profesor Nelton Friedrich describe el contexto de su país: "Hemos inaugurado una forma más contundente de democracia participativa. Tras veinte años de dictadura, se cambió por la vitalización de las calles y se fomentó la participación de la gente a través de las Conferencias Nacionales (en distintos temas), precedidas por el trabajo de las municipales, regionales y provinciales".

Tanto Viñuales como Nelton ejercieron de maestros de ceremonia de la ponencia sobre participación y responsabilidad social del Foro, donde los asistentes pudieron conocer distintos proyectos puestos en marcha desde el ámbito empresarial, público, social y académico en Brasil durante los últimos años. Caio Luiz Carneiro Magri, gerente ejecutivo de Políticas Públicas del Instituto Ethos presentó las actividades desarrolladas por la ONG formada en 1998 por un grupo de empresas que se comprometieron formalmente "a construir una sociedad más justa y sostenible". "En este momento de crisis económica, lo tenemos que tener claro, el nuevo modelo tiene que estar centrado en reducir las desigualdades, enfrentarnos a la pobreza mundial, sin olvidar el respeto y protección de los derechos humanos y el medio ambiente", apuntó Carneiro Magri.

Hace un año y medio, el Instituto Ethos puso en marcha el 'Forum Clima', una iniciativa que surgió "en un momento delicado, porque no sabíamos qué posición iba a adoptar el Gobierno brasileño en la Cumbre de Copenhague". Estas empresas decidieron tomar la iniciativa y asumieron una serie de compromisos medioambientales y de reducción de la emisión de gases contaminantes con la firma de la 'Carta Abierta de Brasil sobre el Cambio Climático'. "Ese esfuerzo impactó enormemente en la posición del Gobierno de Lula. Fue el resultado de la movilización de las empresas en consonancia con el movimiento social brasileño en este asunto".

Precisamente sobre la gestión de responsabilidad de las autoridades centrales habló Marcia Camargo. Coordinadora ejecutiva del Núcleo Estratégico de Gestión Ambiental (NESA) del Ministerio de Minas y Energías, Camargo recordó la enorme capacidad de generación de energía limpia que tiene su país (sobre todo con los recursos hídricos), "pero esa capacidad no es justa sin la participación y el acceso de la población a esa energía". Por ello, desde 2004 el Gobierno de Lula "ha lanzado un compromiso para que los brasileños pueden disfrutar de los recursos energéticos, pero con un compromiso por parte de las empresas de respeto al medio ambiente. Desde esa fecha, las instalaciones y nuevas construcciones tienen que someterse a una evaluación medioambiental y un diagnóstico social antes de recibir las concesiones".

Siguiendo en ese compromiso social, uno de los proyectos más ambiciosos puestos en marcha en Brasil en los últimos años es el Movimiento Nossa Sao Paulo. Su coordinador de la Secretaría Ejecutiva, Mauricio Broinizi, explicó las iniciales dificultades que se encontraron para coordinar a distintos colectivos sociales, culturales, religiosos y profesionales que, en una metrópoli "tan compleja" de 11 millones de habitantes, "estaban decididos a construir una ciudad más justa y solidaria". "Nuestro movimiento se asienta en los valores de desarrollo sustentable, ética, justicia social y democracia participativa. Consideramos insuficiente la actual democracia representativa en la que participan los partidos políticos, pues se aleja de la realidad y necesidades reales de la sociedad". Por eso, Nossa Sao Paulo trabaja con grupos que fijan una serie de metas a desarrollar en la ciudad, que son presentadas a los candidatos a la Alcaldía y cuyo cumplimiento puede ser evaluado por los ciudadanos al final de los periodos legislativos. El ejemplo ya se ha extendido por varias ciudades del continente.

En el mismo estado de Sao Paulo desarrolla desde hace quince años su actividad docente Ademar Bueno. Profesor de Sostenibilidad en la Universidad y Coordinador del Centro de Cooperación de la Fundación Getulio Vargas, Bueno forma a estudiantes de disciplinas tan dispares como Economía, Administración de Empresas o Derecho para que pongan marcha proyectos sostenibles en las regiones más desfavorecidas económicamente del estado, como las favelas. "La mayoría de mis alumnos suelen venir de las esferas más elitistas de la sociedad, y para que sepan la realidad en la que van a desarrollar su actividad profesional y la importancia de poner en marcha negocios sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, alguna vez he llegado a ponerles a barrer las calles de la ciudad", aseguró el profesor Bueno, cuya intención es poner en marcha un grupo de intercambio de experiencias entre estudiantes brasileños y españoles.

El acto concluyó con las intervenciones de Isabel Roser, de la Fundación Carolina, y Joaquín de Ena, director de Responsabilidad Social Corporativa del Banco Santander, que coincidieron en felicitar las iniciativas puestas en marcha en Brasil y la utilidad del intercambio de experiencias y conocimientos en esta materia para mejorar la calidad democrática de ambos países.

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