El objetivo principal del proyecto es impulsar la implicación de los ciudadanos en la conservación de la naturaleza mediante el desarrollo, entre otras actuaciones, de programas de voluntariado. En este sentido, en los próximos meses se ejecutaran las actuaciones de plantación de árboles con voluntarios en fincas entidades que participan de acuerdos de custodia.

Más concretamente se pretende:

 Implicar a los ciudadanos en la conservación de la naturaleza mediante el desarrollo de programas de voluntariado.
 Realizar plantaciones con especies autóctonas en territorios de todo el ámbito nacional.
 Impulsar la custodia del territorio.

Las actuaciones a realizar son:
• Labores de preparación de suelo y vegetación existente, previas a las actuaciones de plantación o siembra, así como vallados, señalizaciones, compra de planta y semillas.
• Siembras y plantaciones con especies certificadas autóctonas en aquellos territorios que participan de acuerdos de custodia.
• Tratamientos selvícolas para contribuir a la mejora y restauración de zonas de arbolado, así como todas aquellas actuaciones que disminuyan riesgos de incendios o perdidas del suelo.
• Labores de mantenimiento de las plantaciones y siembras, así como de las masas arbóreas ya formadas.
• Tratamientos culturales para el seguimiento de la plantación que supongan impulso de la actuación planteada, como son: reposición de marras, colocación de protectores contra herbívoros, adecuación de alcorques alrededor de la planta, riegos de mantenimiento.
• Impulso de la custodia del territorio a través de entidades que trabajan con esta herramienta de conservación del patrimonio natural.
• Sensibilización de los ciudadanos en la conservación de la naturaleza mediante el desarrollo, entre otras actuaciones, de programas de voluntariado.

Hasta la fecha la FB ha aprobado un total de 21 propuestas de las 23 recibidas.

1.-Posibilitar y promover que familias, empresas, organizaciones, centros educativos e instituciones hagan un seguimiento de las emisiones de CO2 que más directamente generan por su consumo eléctrico, combustible y transporte.

2.-Fomentar la plantación de árboles y arbustos autóctonos allá donde sea posible hacerlo.

Conocer con precisión nuestra más directa huella de carbono es la base para modificar nuestro modo de vida y hacerlo más sostenible. Y junto a este necesario conocimiento para tomar decisiones, marcarnos metas y cambiar nuestros hábitos, impulsamos el compromiso con los ecosistemas locales, el fomento de la biodiversidad de nuestro entorno y el aumento e integración de árboles y arbustos en nuestros paisajes urbanos, agrícolas y naturales. Y lo hacemos desde lo colectivo, contribuyendo a generar y fortalecer redes sociales y comunitarias, mientras desvelamos la común, pero muy desigual contribución al cambio climático de cada país, familia o entidad.

Nuestra generación tiene un reto: asumir su responsabilidad frente a generaciones actuales y futuras. Desde Córdoba, Andalucía, ciudad Patrimonio de la Humanidad que fue ejemplo de tolerancia y capital multicultural del mundo hace ya mil años, impulsamos este programa, VERDE POR EL CLIMA, con el deseo de que participen en él cuantas más personas y entidades de cuantos más lugares mejor y podamos así afrontar juntos el reto del cambio climático.

La citada herramienta proporciona una imagen de la huella de carbono del municipio, identificando la contribución de cada uno de los principales sectores emisores: transporte, consumo eléctrico, ganadería, agricultura, consumo de combustibles, residuos y aguas residuales; permite un seguimiento de la evolución temporal de las emisiones y supone un punto de partida en el desarrollo y cuantificación de estrategias de reducción.

Los cálculos se basan en datos estadísticos procedentes del SIMA (Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía) del Instituto de Estadística de Andalucía, y en datos de la propia Consejería de Medio Ambiente. En cuanto a las metodologías de cálculo, están basadas en las guías metodológicas del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) y en las usadas para el Inventario Nacional de Emisiones de España.

El procedimiento de validación de los resultados obtenidos por la herramienta de cálculo contempla la participación de los responsables municipales en un proceso de verificación de los datos de partida empleados.

Las nueve calderas instaladas en equipamientos públicos han producido desde su puesta en marxa (años 2007 y 2008) más de 910.000 kWh de energía, con un consumo medio anual de 205 toneladas de biomasa. Los datos obtenidos muestran un ahorro económico notable con respecto al uso de gasóleo, que oscila entre los 25% y el 67%, según la potencia de la caldera y el tipo de biocombustible. Esto ha comportado también una reducción significativa de las emisiones de CO2, de unas 3.400 toneladas anuales.