Muchos de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos la sociedad actual surgen en ámbitos locales pero adquieren una dimensión global e incluso planetaria, como es el caso del cambio climático: un problema que se genera por la actividad humana localizada pero que afecta a todo el planeta y de forma más acusada a las zonas menos desarrolladas y más desfavorecidas.
Ante estos problemas de dimensión planetaria, ha de actuarse con políticas globales y con actuaciones locales que intervengan en los focos donde se generan. Aquí, la educación ambiental tiene un papel fundamental como educación transformadora de conductas y actuaciones que promuevan una mejora ambiental.
Para desarrollar este papel de la educación ambiental, la sesión se planteó con una parte teórica para contextualizar las relaciones global-local y la percepción de las personas ante el problema y su complejidad. Y una segunda parte que mostró experiencias y metodologías positivas, concretas, facilitadoras y aplicables por personas, ayuntamientos, asociaciones… y extrapolables a otras realidades. Para ello, se recogieron experiencias del ámbito del sistema educativo, de las ciudades, de los hogares, de las empresas y de los medios de comunicación.