2010, Año Internacional de la Biodiversidad, fue la fecha fijada internacionalmente para frenar la pérdida de biodiversidad, con escasos resultados. Sin embargo, la Cumbre de Nagoya llega a un acuerdo sobre objetivos para los próximos diez años por medio de un Plan Estratégico 2011-2020. Además, la UE ha reafirmado su compromiso con nueva visión y objetivos para la biodiversidad en el horizonte 2020-2050, que apuesta por la restauración y valorización de su funcionalidad a largo plazo. ¿Cómo integrar la conservación de la biodiversidad de manera transversal en las políticas sectoriales? Los retos que se plantean implican a administraciones, empresas y sociedad civil, que estuvieron presentes en esta mesa.